Nadie podrá de decir sopa, caldo aguado, tu eres culpable.
Ésos sólo tocan la campana y dicen ver en lo clarito.
Per ciempiés tan ciego el pensamiento
saca sus olas i desbarata: el mundo se cae
y ésos se sienten los buenos "soy obediente,
aborresco el desvelo, amo poquito y no sueño"
Dios convertido en su alcahuete y su policía,
los ahorros en las sudorosas manos no alcanzan para ir a la eternidad,
la vida guardada en un cofre hasta perder la llave,
disfraz sin baile, sin invitados, la no mancha confundida con la claridad.
Penetra, muchacho, aguanta esta bruma,
un trago de alcohol necesita Dios aquel día,
Pero el mundo no ha muerto. Acaso
son días en que la luz oferta miedo,
elevador atorado, rodillas en el cuello,
extraviados en casa propia, estampados del propio lamento;
pero no falta un clavo, una bacha que haga el milagro,
lagañas lavadas, tragos lavafuegos.
Ya casi sin confiar en el paladar amargo,
no entendía la broma, acreditaba pesadilla,
no gajes del oficio, no esta voz sin padre,
no madre, no hijo, saliva ajena para siempre mía.
Casi una rola de rock, casi una poesía... Espero les retuerza las tripas y les den ganas de vivir esta otra semana, nomás por seguir chingando.
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